Por naturaleza, el reportaje clásico está íntimamente vinculado al trabajo de los reporteros gráficos. Pero también otros fotógrafos profesionales centran su labor en el reportaje fotográfico, por ejemplo los fotógrafos de bodas. Les ayuda a contar una historia y a captar mejor la atmósfera de la boda. Así que, echemos un vistazo a los desafíos a los que tiene que hacer frente un fotógrafo de reportajes.

Más que cualquier otro estilo, la fotografía de reportajes permite contar una historia a través de imágenes. En ella, resaltan los elementos visuales.

No importa si se trata de una manifestación en una plaza, de una fiesta de empresa o de un concierto; en todos los reportajes las reglas del juego son las mismas. El fotógrafo debe ser rápido y estar atento. Si se pierde un momento, no se puede repetir, y no hay manera práctica de influir en los eventos o condiciones.

Predecir lo impredecible

Aprender a predecir los próximos segundos o minutos es una habilidad valiosa para todos los que quieran hacer reportajes fotográficos. Lo más importante siempre es centrarse en la situación y en sus participantes. Cómo se relacionan unos con otros y cómo reaccionan

Debemos intentar deducir las reacciones de los participantes y lo que les lleva a actuar. Al menos parcialmente, deberíamos descifrar su carácter y su papel en la situación. Entonces nos será más fácil juzgar cómo van a reaccionar y qué harán en los próximos momentos. Además, al capturar las relaciones entre ellos, obtendremos una descripción de los eventos más profunda y ajustada.

El Reportaje y la Planificación van de la mano

Seremos capaces de reaccionar y predecir un poco más rápido y mejor si, al menos, hacemos una breve investigación previa. Por lo tanto, antes del evento, deberemos recabar información sobre lo que vamos a fotografiar: Quién estará allí, quién es lo bastante importante como para no poder faltar en el reportaje, cómo será el evento o qué tipo de programa esperar.

Después de todo, la historia del evento que estamos fotografiando comienza mucho antes de llegar a la «escena del crimen». Si sabemos lo que sucedió antes, nos resultará más fácil tomar fotografías y encontrar pautas para captar los momentos relevantes. También nos haremos a la idea de dónde dirigir nuestra cámara para no perdernos nada.

Deberemos dedicar un momento a verificar también el lugar del evento y su iluminación por adelantado. Así, podremos elegir mejor nuestra selección de lentes y equipamiento. Y si nos estamos preparando para un reportaje al aire libre, no debemos olvidarnos de consultar el pronóstico del tiempo.

Conocer nuestra cámara

Dominar la cámara a fondo es una parte fundamental de la preparación del reportaje. A menudo, necesitamos reaccionar rápidamente a los cambios en las condiciones de luz o en la escena que estamos fotografiando.

Para garantizar que nuestras fotos sean tan nítidas como las demás y tengan una exposición igualmente buena, deberemos ser capaces de cambiar la configuración de la cámara rápidamente. Nuestros dedos deberán funcionar casi automáticamente. Esto se debe a que los momentos buenos, a menudo, desaparecen en cuestión de segundos, y es fácil perderlos mientras ajustamos la configuración de la cámara si lo hacemos lentamente.

Esta es definitivamente un área en donde la práctica hace al maestro. Debemos fotografiar con frecuencia y probar qué podemos hacer nuestra cámara y cómo responde.

Estar en el centro de lo que pasa

A pesar de que la observación supone una gran parte del éxito de los reportajes, permanecer como un simple observador de fondo implica que nos perdamos las fotos con substancia y expresividad. Para que nuestras imágenes sean lo más originales y atractivas que podamos, deberemos formar parte de la acción.

No debemos reparar en acercarnos a la gente y en movernos hacia donde esté la acción. Deberemos hablar con la gente y ganar su confianza. Algunas veces basta con una sonrisa o un asentir con la cabeza.

Debemos dejar que se acostumbren a nuestra presencia. Con el tiempo, dejarán de fijarse en el aspecto que tienen y obtendremos poses más naturales.

Saber expresarlo

En cada foto, tiene que quedar claro quién o qué es lo principal. De esta manera, nuestra audiencia podrá ver quién o qué es lo que queremos expresar con nuestra imagen.

A veces, sabemos de antemano en qué queremos centrarnos; otras veces, ciertos personajes principales y situaciones aparecerán en el medio del plano. Si identificamos nuestros temas y nuestros sujetos principales mientras planificamos el evento, después los encontraremos más fácilmente.

También podremos hacer que nuestras imágenes sean más «legibles» usando la profundidad de campo. Nuestro sujeto deberá ser nítido y visible. Elegiremos nuestra profundidad de campo según queramos que unas pocas personas específicas destaquen, o por el contrario, que se muestre toda la escena. Para el primer caso necesitaremos una profundidad mayor, para el segundo, menor.

Trabajar con el contexto

Cada foto que tomemos será solo un «recorte» de todo lo que realmente está pasando. Por lo tanto, al tomar fotos, deberemos pensar en qué elementos son los importantes; de esta manera, los espectadores, al mirar la imagen o la serie de imágenes, podrán percibir lo que está sucediendo.

Hay que intentar incluir todos los elementos relevantes y el contexto. Por ejemplo, si estamos fotografiando a un orador frente a la audiencia, la reacción de la audiencia también será interesante.

Pero no siempre es necesario incluir todo en una sola foto. Mostrar demasiado puede incluso empeorar la imagen. Debemos concebir el reportaje como una historia y las fotos como los bloques que la forman, o como capítulos y subcapítulos.

La atmósfera de un evento también es una parte importante de su contexto. Después de todo, las fotos de los reportajes no necesariamente tienen que limitarse a describir los eventos. Debemos jugar con los colores y la perspectiva y buscar las emociones que se respiran en la atmósfera del evento.

La Composición

Debido a que la fotografía de reportajes requiere un ritmo de trabajo rápido, es difícil pensar en la composición durante el disparo. Sin embargo, la composición también es importante, tanto para captar el mensaje, como para expresar su atractivo. Hay que asegurarse de tener en cuenta las reglas de la composición y de entrenarla constantemente. Pero tampoco debemos olvidad que siempre podemos recortar las fotos en Zoner Photo Studio.

Muchas veces, los eventos transcurren demasiado rápido y no logramos acercarnos lo suficiente. O no estamos en la mejor posición en un momento dado. En ese caso, hagamos de todos modos la fotografía, luego la cortaremos para obtener la composición que deseaba.

Al final, el mejor ayudante para un fotógrafo de reportajes es la práctica. Hay que disparar, practicar y seguir disparando. Esa es la única manera de «automatizar» nuestras acciones a la hora de configurar la cámara y de tomar decisiones más rápidas sobre dónde moverse y a quién enfocar la cámara.

Asimismo, aprenderemos a componer más rápido y a distinguir lo que debe figurar en la imagen por su importancia.

Mientras tanto, no debemos olvidarnos de que con el reportaje, le estamos contando a alguien la historia de un evento. Y ese es el mayor desafío.