Elige correctamente el objetivo, el diafragma y el ángulo. Aprender a fotografiar retratos

El retrato fotográfico es una de las disciplinas básicas de la fotografía. Es un género que tiene sus particularidades y es bueno conocerlas antes de ponernos a trabajar, porque así obtendremos mejores resultados.
El concepto de retrato es diferente para cada fotógrafo. No me refiero al estilo en sí, a la iluminación o a la pose, sino a una pregunta más básica: cuánto debemos fotografiar del cuerpo del retratado. Probablemente, el más común es el retrato de busto (cabeza y hombros), donde es la cara la que domina la imagen y pueden captarse perfectamente las emociones y los detalles del rostro.

Es posible también incluir más cuerpo dentro del retrato: los brazos y las manos y posiblemente algo del entorno del retratado.

Sin embargo, a veces, se considera también un retrato a toda fotografía que represente a una persona en un cierto entorno. Puede ser un profesor en su despacho, por ejemplo. La fotografía siguiente podría ser el retrato de una gimnasta.

Este último tipo de imágenes no será tratado en este artículo. Me centraré en los retratos más detallados, como los que he descrito al principio.
Distancia focal o utilizar el «zoom correcto»
Para los retratos, generalmente se utiliza un focus desde 85 mm a 135 mm (convertido a full frame). Los focus menores, digamos, los de 50 mm, nos obligan a acercarnos de manera que la cabeza saldrá deformada por la distorsión de la perspectiva, cosa que nuestro/a modelo no nos agradecerá. Por el contrario, si utilizamos un focus más largo, podremos perder el efecto 3D y las imágenes podrían parecer planas y menos llamativas.
El diafragma más pequeño impide que el entorno nos estorbe
Además de la distancia focal típica hay otro ajuste habitual de la cámara: el valor más bajo del diafragma. Esto nos permitirá enfocar mejor al retratado y difuminar el fondo, de modo que no moleste; así, la persona que posa será el centro de atención.
Por desgracia, las cámaras réflex habituales, con sensor 1,5x o 1,6x inferior a full frame a menudo se suministran con un objetivo 18-55 / 3.5 – 5.6. Si lo extendemos al máximo. tendremos un focus de 55 mm x 1,5 = 82,5 mm calculado en full frame y por lo tanto, un buen focus para hacer retratos. Lo único, es que en ese modo, no admite otra abertura de diafragma que no sea f / 5.6, lo cual es bastante alto.
Por eso son muy populares los objetivos baratos de tipo 50 / 1.8, con el que obtenemos una distancia focal similar, pero con una apertura significativamente menor. Es uno de los candidatos ideales para que los principiantes hagan retratos.

Para las cámaras de tipo full frame hay mayor variedad de objetivos. Con ellos, seremos capaces de desenfocar el fondo aún más. Un ejemplo extremo es el Canon 85 / 1.2, muy luminoso. Al contrario que los otros objetivos, este es caro y pesado.

El enfoque correcto
Cuando se utiliza una abertura de diafragma baja, se obtiene una profundidad de enfoque menor. Aunque intuitivamente sabemos que tenemos que enfocar a la persona de la foto, esto podría no ser suficiente, ya que no tiene por qué salir toda ella enfocada. Por lo tanto, tendremos que enfocara los ojos. Si ambos ojos no salen nítidos, lo mejor es enfocar al más cercano.

La excepción es cuando uno de los ojos no está visible. Entonces, enfocaremos al visible.

Aquí nos estamos moviendo en unos rangos de tolerancia tan pequeños, que incluso a los profesionales les pasa que algunas tomas les salen desenfocadas: puede deberse a un error de manejo de la cámara, a un error del enfoque automático o a un ligero movimiento de la modelo justo antes de que se dispare el botón. Por eso, siempre es mejor tomar más fotos del mismo retrato y enfocando siempre antes de cada disparo.
Si, aún así, obtenemos una imagen borrosa, podemos tratar de salvarla con la herramienta Enfocar de Zoner Photo Studio.
No dudes en aconsejar a la persona fotografiada
No hay un método universal para posar correctamente en una fotografía. Es posible que el retratado esté de espaldas a nosotros y aún así, la fotografía puede salir bien. Sin embargo, está bien saber aconsejar a las personas que no tienen experiencia posando.
En especial, creo que hay que llamar la atención sobre dos cosas: la rotación del cuerpo y la rotación de la cabeza con respecto a la cámara.
Una modelo principiante casi siempre se coloca de frente al fotógrafo sin saber qué hacer. Incluso una pose, puede resultar buena, pero no favorece a todo el mundo.

Por lo general, el retrato queda más elegante cuando le decimos a la persona que está posando que se ponga ligeramente de lado. En ese momento, tiene dos opciones para colocar cabeza: ya sea mirando directamente a la cámara, como en la foto de arriba, o ligeramente de perfil, pero con los ojos mirando a la cámara. Esta segunda variante queda más sofisticada.

Por supuesto, no hay por qué mirar al fotógrafo. Por ejemplo, podemos ver que en esta foto el cuerpo de la modelo está justo de perfil respecto de la cámara, lo cual es inusual.

Ángulo de disparo
Casi todas las fotos que he mostrado, las he tomado a la altura de los ojos de la modelo, ya que es lo más común. Fotografiar de abajo a arriba es complicado, ya que el/la modelo tiene que inclinar la cabeza hacia abajo y puede aparecer una indeseable papada. Por lo general, no se recomienda esta opción.
Pero sí que podemos intentar fotografiar desde arriba. Las tomas tienen una apariencia diferente y en este caso nunca veremos la papada. Por el contrario, se estira la piel del cuello, de manera que la persona parecerá más delgada, lo cual seguro que no le importa.

Composición
Para los retratos, valen las reglas habituales sobre la composición, a pesar de que muchas de ellas no se apliquen cuando se trabaja en los límites de esta disciplina. Sin embargo, es necesario controlar el fondo detrás del/de la modelo. Si le crece un árbol por detrás de la cabeza o de los hombros, o se ve una única columna en una amplia zona, es un error.
Hay otras normas específicas para retratar a la gente: si la persona está mirando de perfil, la mirada debe dirigirse a la parte de la imagen en la que haya más espacio. De lo contrario, sería como si el fotografiado estuviese mirando a un «muro», y la fotografía quedaría muy rara.

Experimentar es bueno
Es posible aprender rápidamente a tomar planos de acuerdo a las normas. Después de eso, podemos empezar a divertirnos replanteándonos las normas y experimentando. De esta manera, aprenderemos a sacar partido a cosas como: el entorno, el tiempo atmosférico o las habilidades de improvisación de la modelo. Si todos estos «ingredientes» se juntan, obtendremos unas fotos únicas, distintas a las que tiene todo el mundo.
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