¡Dominar tu primera cámara réflex! 5 cosas en las que necesitas centrarte
¿Te has comprado tu primera cámara réflex y estás listo para estrenarla con tu primera expedición fotográfica? Para aprovechar al máximo sus posibilidades, es necesario familiarizarse con el funcionamiento. Echa un vistazo a los aspectos que debes tener en cuenta al disparar con una cámara réflex digital.
Hay un error básico que cometen algunos principiantes cuando trabajan con una cámara réflex: se quedan abrumados por la gran cantidad de funciones y se decantan por el modo automático. De esta manera pierden las innumerables posibilidades de desarrollar su propia creatividad. Además, no aprovechan en absoluto el potencial de la cámara.
La verdad es que es más difícil preocuparnos de nuestra propia creatividad si a la vez tenemos que reflexionar sobre cómo tomar la foto. Se requiere un cierto aprendizaje; aunque, en contrapartida, esto nos permitirá obtener unas imágenes mejores. La razón es sencilla: de esta manera, seremos nosotros los que le diremos a la cámara lo que queremos que haga.
El modo automático lo hace todo por nosotros, sin tomar en cuenta nuestro criterio. Por lo tanto, no siempre puede capturarlo todo como nos gustaría. En cambio, el modo normal lo controlamos nosotros. Así que, en este caso nos centraremos en los modos y funciones más importantes: en lo que deberíamos adquirir para disparar con una cámara réflex digital.
El triángulo de la exposición
Antes de familiarizarnos con los diferentes modos, debemos aprender los principios básicos que influyen sobre las imágenes. Estos incluyen: la ISO, la apertura del diafragma y la velocidad de obturación; en otras palabras: la exposición.
El diafragma
Cuanto mayor sea el valor de la apertura del diafragma, menos luz incidirá sobre el sensor de la cámara. Por lo tanto, la imagen será más nítida, pero también más oscura.
ISO
Cuanto mayor sea la oscuridad a nuestro alrededor, mayor valor de la ISO deberemos seleccionar. Esto hará que las fotografías sean más claras. La misma regla se aplica para el caso contrario. ¡Pero cuidado! Cuanto más alto sea el valor de la ISO, más perceptible será el ruido digital en nuestras fotografías. Así que, antes de todo, deberemos probar cuál es el valor máximo utilizable para nuestra cámara.
Tiempo de exposición
Es el intervalo de tiempo durante el cual la luz incide sobre la célula fotosensible, lo que permite que se cree la imagen. También se la denomina velocidad de obturación.
Modos de las cámaras réflex digitales
En general, los distintos modos se pueden establecer con ayuda de la ruedecita de la parte superior de la cámara. Debemos ignorar los modos automáticos y pasar directamente a los manuales. Para cámaras Nikon y Canon serán las siguientes letras:
- M,
- A (en las Canon Av),
- S (en las Canon Tv),
- P.
Modo manual (M)
En el modo manual, tenemos el control total de la cámara. La exposición la establecemos nosotros completamente: ISO, apertura y tiempo.
Prioridad del diafragma (A / Av)
Este es un modo semiautomático. La cámara ajusta sola la velocidad del obturador dependiendo de cuál sea nuestra ISO y nuestra apertura de diafragma. Cuanto menor sea la apertura, más luz penetrará en el dispositivo, y viceversa.
Además, podemos utilizar la apertura para controlar la profundidad de campo. Cuanto menor sea la apertura, más borrosos serán los alrededores del elemento principal. Se utiliza principalmente para separar el motivo principal del fondo. Vale la pena, por ejemplo, en retratos; por el contrario, para paisajes es mejor utilizar un valor más alto.
Prioridad de obturación (S / Tv)
Es el modo semiautomático, que mejor capta los objetos en movimiento de forma nítida. Por ello se recomienda, por ejemplo, para fotografiar a personas o animales.
En este caso, solamente ajustaremos la ISO de la cámara réflex y la velocidad de obturación, la apertura de diafragma la calculará automáticamente la máquina. Si deseamos congelar un objeto en movimiento, estableceremos un tiempo más breve.
Por el contrario, un tiempo más largo conduce a un desdibujamiento del objeto en movimiento. Este método es muy popular para fotografías de masas de agua.
En general, cuanto más tiempo se abre el obturador, más luz penetra en él.
Modo Programado (P)
Este modo determina automáticamente la velocidad de obturación y la apertura. Por lo tanto, controlaremos sólo el valor de la ISO. Asimismo, nos permite ajustar la apertura y el tiempo, si no estamos satisfechos con la configuración.
Compensación de la exposición en las cámaras réflex
La compensación de la exposición se puede usar cuando se trabaja con los modos semiautomáticos. En una réflex digital, en general, la encontraremos en el botón +/- y es lo que nos permitirá aumentar o disminuir la exposición. Así que si deseamos una imagen más brillante, aumentaremos la exposición. Si la deseamos más oscura, la bajaremos.
Enfoque automático o enfoque manual
Las cámaras digitales permiten elegir entre enfoque automático y el manual. En el objetivo encontraremos el modo de cambiar de uno a otro.
Si disparamos con el enfoque automático (conocido como AF-A o AI Focus), puede ocurrir que la cámara enfoque a un objeto distinto. Para evitar esto, seleccionaremos un modo diferente.
Entre los modos más importantes de enfoque se incluyen:
- AF-S (Nikon), o bien One Shot (Canon)
- y AF-C (Nikon), o bien, AI SERVO (Canon).
El primero lo utilizaremos para fotografiar objetos estáticos. Tal es el caso de los paisajes o la arquitectura. Es adecuado también para retratos.
Basta con apretar ligeramente el botón del disparador y la cámara se enfocará en un punto, que permanecerá enfocado mientras no apretemos del todo el disparador.
Si deseamos tomar imágenes de objetos en movimiento, utilizaremos el modo AF-C. Cuando se pulsa el disparador, el objeto quedará enfocado. El enfoque se moverá en consonancia, hasta que presionemos del todo el botón.
En algunas situaciones, es posible que no nos convenga usar el enfoque automático. Tal es el caso, por ejemplo de las fotos macro. En esos casos, cambiaremos al enfoque manual en el objetivo, de esta manera, tendremos un control total.
Con eso, también aumentará el riesgo cometer errores: dependeremos completamente de nuestro ojo para enfocar. Por eso, a menudo, los objetivos tienen una escala de distancias en el anillo de enfoque, para poder ayudarnos de ella.
Opciones de balance de blancos en una cámara réflex
Cada luz tiene un color diferente y por eso, las cámaras tratan de reaccionar automáticamente y ajustar el balance de blancos, para que obtengamos los colores reales. Pero a veces, el modo automático no logra estimarlo correctamente. Por eso, las cámaras réflex digitales ofrecen también varios modos de balance de blancos.
Basta con elegir el que mejor se adapte a la situación en la que nos encontremos. Por lo general, tendremos las siguientes opciones:
- Luz diurna: adecuado para espacios al aire libre con luz natural
- Nublado: ideal si está nublado. Aporta a la imagen una tonalidad más cálida y agradable.
- Sombra: si fotografiamos a la sombra, utilizaremos este modo. De nuevo, proporcionan un tono más cálido a la imagen.
- Bombilla: se puede utilizar en las habitaciones iluminadas con lámparas. Convierte las tonalidades excesivamente amarillas en tonalidades más suaves.
- Fluorescentes: este lo escogeremos cuando haya tubos de neón. Una vez más da una tonalidad más suave a los colores.
- Flash: el flash añade un color azulado a las fotos, gracias a este balance, la imagen recobra los tonos cálidos.
- Ajuste de la temperatura de color: las réflex más avanzadas, permiten configurar a mano la temperatura del color en grados Kelvin. Para fotografiar al aire libre en un día soleado una buena temperatura estaría en torno a los 5.200 grados Kelvin, si está nublado, es mejor ponerlo a 6500 Kelvin.