Cómo fotografiar a nuestras mascotas
¿Tenéis vosotros o vuestros hijos una mascota en casa? ¿Se os ha ocurrido que podría ser una estupenda fuente de fotografías interesantes? Tenemos algunos consejos sobre cómo hacer que las imágenes sean más divertidas.
Primero, tendremos que plantearnos dónde las vamos a tomar: en el interior –con flash–, o al aire libre –con luz natural–. Si disponemos de un flash externo, que se pueda conectar y desconectar de la cámara, merece la pena probar ambas opciones. La ventaja del flash es que nos permite capturar acciones muy rápidas, como el camaleón de la siguiente imagen, que acaba de atrapar un grillo.
Cómo elegir el fondo
Cuando trabajamos en casa, tenemos varias opciones. Por ejemplo, podemos usar un papel blanco, que crea un fondo neutro. Este tipo de imágenes son frecuentes para ilustrar artículos o libros, porque el animal no aparece cubierto por las hojas o hierba.Si queremos ser más creativos, podemos elegir un fondo de papel de otro color. En las papelerías podemos comprar hojas de gran tamaño, hasta A0.
Si queremos darle un toque natural a nuestras fotos, el montaje es aún más fácil. En una mesa cualquiera, pondremos: musgo, hierba o trozos de cortezas. Todo ello lo podremos recolectar previamente en el campo. Intentaremos combinar los colores y la diversidad de nuestro escenario, para que sea estético. Después, colocaremos a nuestro animal.
Si no necesitamos una copia fiel del entorno en el que vive la especie, podremos ser creativos y jugar con los colores, añadir a la composición flores, frutos o piñas… lo que prefiramos.
Divertirnos con nuestras mascotas
La fotografía debería ser una diversión para nuestras mascotas. Deberemos aprovechar la necesidad natural que tienen de esconderse y jugar. Podemos crear estructuras para que trepen, darles juguetes o utilizar una camiseta para que se escondan. No hace falta mencionar que podemos hacer que nuestras mascotas tengan más ganas de que les hagamos fotografías, si recurrimos a premios o a golosinas. Nuestra mascota tiene que asociar la fotografía a algo agradable, sólo entonces querrá cooperar.
Dale golosinas al animal, ganarás tiempo
Como ya sabéis, una golosina entretendrá al animal, que dejará de prestar atención a que lo estamos fotografiando. Él tratará de llegar al premio y nosotros podremos fotografiarlo. Si no queremos que la golosina sea visible, podremos ocultarla detrás de algún elemento del entorno.
Fotografiando al aire libre
Si no tenemos flash a nuestra disposición, podemos probar al aire libre. La situación es aún más sencilla, ya que tampoco tendremos que montar un escenario para el animal. Podemos escoger uno, o simplemente ajustarlo un poco, con flores, musgo o incluso hierba. El fondo de la imagen puede ser tipo «bokeh», elementos naturales borrosos, tales como arbustos, flores, etc.
Dispara a la altura de los ojos del animal
Tampoco las personas quedan bien cuando se las fotografía desde abajo. Por eso, debemos colocarnos a la altura de los ojos del animal. Esto nos permitirá obtener una expresión del animal y una composición mejores. También podemos optar por una fotografía desde abajo, como se ha mencionado antes, pero este tipo de imágenes son inusuales. En general, estamos acostumbrados a observar a los animales pequeños desde arriba: vemos la parte superior de la cabeza y la espalda. La vista «cara a cara» es mucho más interesante. Si el animal es pequeño y no queremos tumbarnos en la hierba, lo colocaremos en un lugar elevado, como por ejemplo, una roca cubierta de musgo.
Algunos consejos prácticos para concluir
Para fotografiar a una mascota hay que prepararla, igual que si fuera a ir a una exposición, esto significa que hay que peinarla y lavarle los ojos para que no tenga legañas. El animal tiene que estar limpio y en las mejores condiciones.
Tenemos que tener cuidado con los elementos de distracción del fondo. El fotógrafo se centra a menudo en el animal y obvia que detrás de él hay una ramita o un barrote de la jaula que molestan.
Debemos tener todo listo antes de ponernos a fotografiar: el escenario y las golosinas. Deberemos llevar al animal al sitio un poco antes de disparar, para que no esté cansado. Podremos trabajar hasta que el animal deje de estar entretenido. No se debe forzar, de lo contrario desarrollará una fobia a las fotos.
Es muy útil contar con un ayudante que nos entretenga al animal, le dé premios y hable con él, de esta manera, conseguiremos una mejor expresión del animal. El asistente también vigilará al animal para que no se escape y no se caiga.
Es mejor escoger una velocidad de obturación en torno a 1/125 o 1/500 seg. Depende de lo rápido que el animal se mueva. Las fotos no deberían quedar borrosas debido al movimiento del animal. Es mejor abrir el diafragma para lograr una profundidad de campo baja. El objetivo es tener un animal enfocado y en la mayoría de los casos, un fondo borroso. Elegimos una ISO lo más baja posible para evitar la degradación de la imagen debida al ruido.
Para tomar fotografías de este tipo, son útiles los teleobjetivos cortos, de tipo zoom, de esta manera, podremos cambiar rápidamente la composición. Para los animales pequeños, merece la pena contar con una lente macro. En algunos casos, podemos recurrir a un diafragma más abierto, de esta manera obtendremos deformaciones creativas.
Yo personalmente fotografío en formato RAW, que proporciona unas excelentes posibilidades para editarlo posteriormente. En Zoner Photo Studio puedo ajustar la exposición: aclarar las zonas oscuras y editar las zonas sobreexpuestas, como el pelaje blanco, con las herramientas de edición de luces y sombras.
Tenemos que divertirnos nosotros y nuestras mascotas
Incluso si al principio no sale como esperamos, la fotografía ha de ser divertida, tanto para nosotros, como para nuestras mascotas. Si nuestra mascota disfruta, podremos repetir varias veces y tarde o temprano obtendremos la foto que buscamos. Fotografiar animales requiere sobre todo: paciencia, buena preparación y empatía.
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